Los pocos atenienses que le han visto lejos de las barricadas comentan que en su vida normal permanece taciturno y esquivo. Su nombre es Lukánikos, y se ha convertido en un héroe en Grecia, y por extensión en un símbolo mundial de la lucha de los pueblos contra los poderosos. Aunque sus actos y su figura han hecho furor en todos los medios de comunicación mundiales, Lukánikos nunca hace declaraciones, no hace discursos, no concede entrevistas, ni siquiera habla salvo para dirigirse a los antidisturbios, no pertenece a ninguna organización, grupo o grupúsculo. Por alguna extraña razón, nuestro héroe permanece agazapado en algún lugar de Atenas y solo sale a la palestra en el lugar preciso y en el momento culminante, poniéndose en primera línea como un líder cuando más se necesita su valentía y su arrojo, insuflando moral al pueblo con su impoluto ejemplo.
A veces, adopta una posición pacifista ante la alineada fila de escudos y porras, otras se enfrenta ‘verbalmente’ a los antidisturbios, pero no ataca nunca a la policía, con una actitud gandhiana, se tumba pacíficamente delante de ellos.. No teme ni las porras , ni los gases. A cara descubierta, sin máscara antigás, sin banderas ni símbolos que le etiqueten, hace frente a la represión, siempre delante, siempre al lado de los manifestantes que son atacados, siempre al lado del pueblo. Es el último siempre en abandonar el campo de batalla. Allá por la noche aún se pasea por entre los destrozos de las últimas batallas.
Lukánicos, en el fondo, no hace mas que recoger el testigo de otros héroes griegos similares, presentes desde los tiempos de Homero. La historia de Grecia está íntimamente ligada a esta casta de héroes. Hay decenas de leyendas: Argos esperó durante veinte años la vuelta de Ulises a Ítaca . Cuando Corintos fue atacada, los cincuenta guardianes encargados de guardarla, la defendieron con uñas y dientes. Sólo sobrevivió Soter, que consiguió alertar a la población y salvar la ciudad . Los habitantes erigieron un monumento a los cuarenta y nueve héroes y el sobreviviente fue honrado, pensionado y protegido por la población. O qué decir del Cancerbero, celoso e incorruptible guardian de la puerta de Hades, al que solo pudo derrotar el mismísimo Hércules.
Nunca ha querido tener protagonismo mas allá de la línea del frente, y solamente lo tiene ahora tras la publicación de un artículo de un periódico inglés, cuando un perspicaz redactor se dió cuenta hace unas semanas que desde hacia 2 años casi siempre aparecía este peculiar manifestante en las fotos y reportages referentes a las sucesivas protestas de los ciudadanos contra la nefanda política de sus gobernantes. Los primeros en publicar la historia fueron los británicos de The Guardian, pero también se hicieron eco los italianos Il Corriere Della Sera y la Repubblica, el semanario norteamericano Newsweek, el francés Libération y el español El País, entre otros. Lukánikos aparecía en todas las fotografías y vídeos que se publicaban acerca de los disturbios de Atenas.
Desde ese momento, Lukánikos es el manifestante más famoso del mundo, y su figura se agranda gracias al apoyo y la admiración en miles de blogs, páginas de Internet y redes sociales. Y parece que se encamina hacia la posteridad con un puesto preferente en el panteón de los elegidos del Olimpo de los dioses griegos, junto a Argos y Soter.
A veces, adopta una posición pacifista ante la alineada fila de escudos y porras, otras se enfrenta ‘verbalmente’ a los antidisturbios, pero no ataca nunca a la policía, con una actitud gandhiana, se tumba pacíficamente delante de ellos.. No teme ni las porras , ni los gases. A cara descubierta, sin máscara antigás, sin banderas ni símbolos que le etiqueten, hace frente a la represión, siempre delante, siempre al lado de los manifestantes que son atacados, siempre al lado del pueblo. Es el último siempre en abandonar el campo de batalla. Allá por la noche aún se pasea por entre los destrozos de las últimas batallas.
Lukánicos, en el fondo, no hace mas que recoger el testigo de otros héroes griegos similares, presentes desde los tiempos de Homero. La historia de Grecia está íntimamente ligada a esta casta de héroes. Hay decenas de leyendas: Argos esperó durante veinte años la vuelta de Ulises a Ítaca . Cuando Corintos fue atacada, los cincuenta guardianes encargados de guardarla, la defendieron con uñas y dientes. Sólo sobrevivió Soter, que consiguió alertar a la población y salvar la ciudad . Los habitantes erigieron un monumento a los cuarenta y nueve héroes y el sobreviviente fue honrado, pensionado y protegido por la población. O qué decir del Cancerbero, celoso e incorruptible guardian de la puerta de Hades, al que solo pudo derrotar el mismísimo Hércules.
Nunca ha querido tener protagonismo mas allá de la línea del frente, y solamente lo tiene ahora tras la publicación de un artículo de un periódico inglés, cuando un perspicaz redactor se dió cuenta hace unas semanas que desde hacia 2 años casi siempre aparecía este peculiar manifestante en las fotos y reportages referentes a las sucesivas protestas de los ciudadanos contra la nefanda política de sus gobernantes. Los primeros en publicar la historia fueron los británicos de The Guardian, pero también se hicieron eco los italianos Il Corriere Della Sera y la Repubblica, el semanario norteamericano Newsweek, el francés Libération y el español El País, entre otros. Lukánikos aparecía en todas las fotografías y vídeos que se publicaban acerca de los disturbios de Atenas.
Desde ese momento, Lukánikos es el manifestante más famoso del mundo, y su figura se agranda gracias al apoyo y la admiración en miles de blogs, páginas de Internet y redes sociales. Y parece que se encamina hacia la posteridad con un puesto preferente en el panteón de los elegidos del Olimpo de los dioses griegos, junto a Argos y Soter.
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